Según una noticia publicada el 10 de febrero en el sitio web oficial del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, el primer día del Año Nuevo chino, Gao Xiaofan, quien había recibido una llamada de trabajo, miró la hora después de terminarlo: eran las 6: 00 de la mañana. Este día era su cumpleaños. Era un día como cualquiera desde que empezó a trabajar de asistente de la delegación ucraniana en la Villa de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing. Y ella forma parte de los 900 voluntarios de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing en este evento.

“Todos somos iguales e igualmente somos respetados. Todos somos mutuamente compañeros en la labor, y nos esforzamos juntos por un mismo objetivo. Entre nosotros no hay diferencia de categoría ni presión alguna. Este es el ambiente laboral de mis sueños,” decía Cha Jiayi, asistente voluntaria de la delegación de EE. UU. Así también es la sensación de Zou Guanglin, asistente de la delegación japonesa. Juntos dicen bromas, juntos ven juegos y juntos resuelven problemas, esta relación permite a Guanglin sentir el peso de la palabra “grupo”.

Para los voluntarios, esto no es solo una oportunidad laboral, sino también un progreso personal. Cada uno de los voluntarios tiene la impresión de que en no más de un mes después de incorporarse al equipo, en comparación consigo mismo de la escuela, ha obtenido una elevación integral en lo que se refiere a “preparar las mejores habilidades para sumarse a la sociedad”. Y todo individuo de la delegación que ellos atienden durante las Olimpiadas es su mejor maestro y amigo.

El 31 de enero es la “Nochevieja” de China, aunque la mayoría de los voluntarios pasaron en el puesto de trabajo esta fecha festival tradicional de reunión familiar, sentían cariño en muchos momentos. “En el bus vía al estadio para entrenamiento, los jugadores del equipo de hockey me decían: 'Lástima que no puedas estar con tu familia este Festival de Primavera, pero seguramente se sienten orgullosos por ti'.” Al recordar Jiayi esos instantes, siente que la empatía atraviesa diferentes nacionalidades para unir más estrechos a todos.

A las 8:00 de la noche del 4 de febrero de 2022, cuando comenzó oficialmente la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, ninguno de ellos se hallaba entre la audiencia viendo los fuegos artificiales alzarse sobre el Nido de Pájaro. Acoger a las delegaciones y guiarlas para que tomen asiento en el auditorio constituía la tarea más importante de los asistentes de cada delegación ese día. “Estoy experimentando la historia y soy una parte de la historia,” dijo Zou Guanglin.

Todos los días en el autobús a la Villa Olímpica de Invierno de Beijing, a Gao Xiaofan le gusta sentarse junto a la ventana. En el camino, siempre puede observar la salida del sol, ver cómo el cielo va convirtiéndose de rosa en dorado. Hay muchos asuntos que tratar en el trabajo, y apenas tienen tiempo de descanso, así es la normalidad de su faena.